Subasta 997, Lote # 132 ABEL QUEZADA (Monterrey, Nuevo León, 1920 - Cuernavaca, Morelos, 1991) Miss México y un jockey, 1981 Firmado A. al frente. Firmado en bastidor al reverso Óleo sobre lino Con certificado de autenticidad de Abel Quezada Rueda, hijo del artista, julio del 2020. "En un siglo en que la pintura parece alejarse cada vez más de la vida, él es un salteador de caminos de la memoria cotidiana, que anda a campo traviesa echándose en el saco todo lo que corre el riesgo de perderse para el mundo por las desidias del corazón. La suya es una poética personal e inquietante que lo mismo puede leerse al derecho o al revés por la magia de sus esdrújulas: boxeadores quiméricos, bailarines fúnebres, brújulas náufragas […] billaristas prostáticos, Maximiliano heráldico, Juárez atónitos, gringos bárbaros. En fin, la vida entera vista por la ventana compasiva de un tren de cuerda". Gabriel García Márquez. Abel Quezada se dedicó a la pintura después de consolidar una carrera de dibujante de historietas, cartones e ilustraciones por casi cincuenta años. Con un gran talento para narrar y agudeza para observar la vida sociopolítica del México moderno, sus posturas llenas de sagacidad y humor se publicaron en periódicos como "Esto", "Ovaciones", "Novedades" y "Excélsior"; su sentido de la forma y valores compositivos y tonales en revistas como "The New Yorker" o "Time" entre otras. Fue autodidacta para la pintura y se autodenominaba "pintor vergonzante". A la edad de 60 años, elaboró un importante conjunto de óleos sobre tela en dos géneros: paisaje y retrato. Operaba esa función con una sencilla estructura de sus diseños y un acertado uso del color, siempre dentro de la figuración; personajes y formas elocuentes, con intensidad cromática y simplicidad de trazo. La ausencia de drama, la síntesis de formas y la serenidad de las miradas están incorporadas a atmósferas silentes que más que trasfondo son protagonistas por derecho propio, elementos que perfilan su estilo pictórico característico. Siempre fue un hombre visionario, simpático, con un buen sentido del humor creativo, que era la síntesis social de las opiniones colectivas. En 1981, se trasladó a vivir a Nueva York, contratado por el semanario "The New Yorker". En 1989 se retiró de su actividad periodística y sus últimos cartones fueron publicados en casi todos los periódicos de México. Fuentes consultadas: -BATTAGLINI, Peppi et ál. Abel Quezada. El cazador de musas. México-Italia. Editorial Joaquín Mortiz, 1989, pp. 13 - 17. - MARTÍNEZ JUÁREZ, Sagrario Ileana. La colección de pintura del Banco Nacional de México. Tomo II. México. Grupo Financiero Banamex, 2002, Pág. 556. - Texto curatorial de 'Abel Quezada. Digno Pintor', muestra individual presentada en el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México, de abril a julio del 2018. - Sitio oficial del artista www.abelquezada.mx 56 x 40.5 cm Estimado $500,000-700,000
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