Subasta 1070, Lote # 121 SAN JUAN BAUTISTA MÉXICO, SIGLO XVIII Óleo sobre tela Detalles de conservación 41 x 26 cm Juan el Bautista, el último profeta y el primer mártir cristiano, es el nexo de unión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Según los textos sagrados, era hijo de Zacarías, sacerdote del templo de Jerusalén, y de su esposa Isabel, prima de la Virgen. De ahí su parentesco con Jesús. La representación iconográfica del Bautista como adulto se suele adscribir a la del santo ermitaño, vistiendo una austera piel de camello, con aspecto y fisonomía marcados por el rigor de la penitencia. Es el asceta que predica en el desierto de Judea y se alimenta "de saltamontes y miel silvestre" (Mc. 1, 6). En cuanto al rostro, el tratadista y pintor Francisco Pacheco apunta que se debe pintar "largo, bien proporcionado, flaco y penitente, por la gran abstinencia; el color, tostado y moreno, por los grandes soles e inclemencias de los tiempos; pero, con gracia y hermosura; el cabello y barba no compuesto y crecido; los ojos vivos y encendidos, señal de gran celo y espíritu de Elías; las cejas, grandes, enarcadas y graves, y, en suma, todo el semblante de hombre nobilísimo, pues descendía del tribu real y sacerdotal, como Cristo". Fuente: Jesús Rojas-Marcos González. "Iconografía barroca del bautista en las artes plásticas de la Catedral de Sevilla". Universidad de Sevilla, p. 125 Estimado $15,000-25,000
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