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Subasta 1166, Lote # 245 SALVADOR DALÍ
(Figueras, España, 1904 - Figueras, España, 1989)
Gala Gradiva
Firmada
Escultura en bronce 608 / 650 en base de mármol
Con documento de Arcángel Galería, junio de 2018.
Publicada en: DESCHARNES, Nicholas y DESCHARNES, Robert. Dalí. The Hard and the Soft, Spells for the Magic of Form, Sculptures and Objects. Francia. Eccart, 2004, pág. 79, catalogada 178.
Existe una versión monumental de esta obra en la Avenida del Mar, Marbella, España.
Gradiva fue uno de los múltiples apodos otorgados por Salvador Dalí a su compañera de vida, Gala. Este sobrenombre tiene origen en la novela del autor alemán Wilhelm Jensen, "Gradiva. Una fantasía pompeyana", relato de despertó amplio interés entre los surrealistas.
La historia es protagonizada por Norbert Hanold, un arqueólogo que queda flechado por la imagen de una mujer plasmada en un relieve antiguo. La dama aparece caminando por lo que la llama Gradiva, cuyo significado en latín es "mujer espléndida al caminar". El arqueólogo emprende una aventura a Pompeya con el fin de buscar a la dama que inspiró la pieza, la historia toma un giro inesperado cuando la mujer que idealizaba resulta encarnada en Zoë Bertgang, quien solía ser su amiga en la infancia, ambos personajes comienzan una historia de amor y el arqueólogo sana su obsesión.
El argumento anterior fue retomado por Sigmund Freud en el texto "El delirio y los sueños en la Gradiva de W. Jensen" en 1907. El psicoanalista expuso que la fijación con la figura de Gradiva representaba el deseo infantil reprimido de Norbert Hanold por Zoë Bertgang, enfatizando su punto con el significado en alemán del apellido del interés amoroso del protagonista, Bertgang, que resulta ser "mujer espléndida al caminar", tal como Gradiva en latín.
André Breton, gran admirador de los postulados del psicoanálisis, retomó la premisa de la novela bajo el énfasis de freudiano, dotando a la figura de Gradiva con el carácter de musa. En 1937, el escritor francés abrió la Galería Gradiva en París, este recinto sirvió para albergar manifestaciones del surrealismo principalmente.
La inclinación de Salvador Dalí por incorporar la temática de Gradiva en su obra se exacerbó con la llegada de Gala a su vida, generando diversas composiciones bajo esta temática, poniendo a su pareja como protagonista tal como en; "El hombre invisible", "Gradiva redescubre las ruinas antropomorfas (fantasía retrospectiva)" y "Gala Gradiva", entre otras. En este caso, observamos a la figura de Gala atrapada en lo que se ha dicho es un reloj de agua, elemento vinculado con las composiciones surrealistas del maestro.
"Ella - infante-mujer, Gala, Galuchka, Gradiva, Leda y Madonna - es el Eterno Femenino, tanto la musa-mujer cuya mirada atraviesa los muros que separan a Dalí de su creatividad interior, como el vehículo para la elaboración de esa creatividad. Cuando Dalí pinta a Gala, está en casa". Fiona Bradley.
Fuente consultada: ADES, Dawn y BRADLEY, Fiona. Salvador Dalí. A Mythology. Londres. Tate Gallery Publishing, 1998, pp. 54-76.
39 x 14.5 x 18 cm medidas totales con base
Estimado $70,000-120,000
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