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Subasta 787B, Lote # 7 FRANCISCO HERRERA, EL VIEJO (SEVILLA, CA.1590- MADRID, CA.1656)
SAN JOSÉ CON EL NIÑO JESÚS, CA 1635-1640
Óleo sobre lienzo, 162 x 113 cm
Procedencia:
Colección privada europea.
Colnaghi, Londres 2016.
El tema iconográfico de San José con el Niño fue pintado en Sevilla desde los inicios del siglo XVII conociéndose de él, antes de ésta de Herrera el Viejo, sucesivas versiones de Alonso Vázquez, Francisco Pacho, Pablo Legot y Zurbarán. Sin embargo, hasta que Herrera en torno a 1640 realizase este tema dentro de su producción se advierte que la vinculación en este tipo de pinturas entre San José y el Niño venía describiéndose de forma solemne y grave a través de la presencia de un padre que lleva de la mano a su hijo con firmeza y energía espiritual, pero sin apenas atisbo de afectividad y ternura.
En efecto, la severidad de la ideología de la Contrarreforma en sus momentos iniciales no había permitido en el primer tercio del siglo XVII la introducción en el arte religioso de afectos y sentimientos procedentes de la vida cotidiana. Sin embargo, en torno a 1635-1640 se advierte al menos en Sevilla una mayor flexibilidad a la hora de interpretar episodios religiosos constatándose por ello que algunas escenas pictóricas introducían emociones procedentes de la existencia doméstica. Esto justifica que Herrera se decidiese a representar al Niño sentado sobre las rodillas de su padre en una transposición de la afectividad derivada de la convivencia familiar.
Esta novedad iconográfica que Herrera dio al tema de San José con el Niño debió tener un notorio éxito dentro de la clientela Sevillana, ya que fueron muchas las peticiones que de él se demandaron y prueba de ello es que actualmente conocemos varias versiones similares a ésta que ahora presentamos. En todas estas pinturas se observa una composición idéntica en la que San José aparece sentado en medio de una amable naturaleza con el Niño sobre sus rodillas; la relación afectiva entre el padre y el hijo se muestra con evidencia al mismo tiempo que se constata una suave melancolía derivada de la presencia en las manos del Niño de una corona de espinas. De esta manera la escena que primordialmente describe una amable manifestación de amor paterno-filial se impregna de una eleve tristeza que alcanza al espíritu de San José ya que la corona de espinas es una clara premonición de la futura Pasión y muerte del Niño. Muy interesante es el detalle iconográfico del pequeño ramillete de flores de almendro que figura en las manos de San José y que proviene sin duda de la vara florida de almendro que es su tradicional atributo. Éste delicado detalle floral conjuga perfectamente con la apacibilidad de la naturaleza que respalda la escena.
Por sus características de estilo podemos sugerir que esta versión puede ser la más temprana de las que conocemos de Herrera, puesto que su dibujo es más marcado que el que se advierte en las versiones fechadas con posterioridad. Por ello sugerimos que la ejecución de esta obra puede estar realizada entre 1635 y 1640 en fechas muy próximas a la Sagrada Parentela del Museo de Bellas Artes de Bilbao (Nº. Inv. 69/127) con la que guarda una intensa proximidad estilística tanto en la plasmación de las formas como en las texturas del cromatismo.
Estimado US$ 50,000-80,000
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